jueves, 31 de mayo de 2007

Jueves 31 de mayo, 2007.

Esta profesión es difícil. Es tanto como subir la autoestima a un carrito de la montaña rusa y sentir el vértigo. Hoy por hoy, vamos en picada. O no tanto, pero se siente de la chingada.

Datos específicos:

- Seguimos marcando trazo.
- Pasamos el primer monólogo de Diana ("Mil veces he advertido..."). Sudé frío.
- Singer habló de los códigos de conducta entre los señores y sus criados. Debo investigar y trabajar en esto, sobre todo apoyándome en Marcela.
- Estoy decaída. No hay ningún motivo específico. Sólo... me siento así.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Miércoles 30 de mayo, 2007.

Y, bueno, ha pasado casi un mes desde el último post. Hay más noticias sobre nuestro montaje. Ya estamos trazando. Los ensayos se 'complejizan' (qué fea palabra), porque se suma un nuevo elemento: el cuerpo. ¿Qué hago con mis manos? ¿Dónde las pongo? ¿Cómo camino? ¿Para dónde veo? Diantre. Esto es complicado.

Sin embargo, cuando las indicaciones se van mecanizando (otra palabra horríspida), cuando uno -el intérprete- asume lo que el director pide, y lo ensaya una, dos, tres y cientos de veces, el movimiento comienza a ser más fluido. Se encuentran nuevos estímulos: volteo al frente e imagino una ventana por donde veo las casas vecinas, lo cual se erige como estímulo que encamina mis pensamientos, apoyando la línea que había trazado durante el análisis del texto. Las miradas de mis compañeros de escena son el mejor apoyo. Procuro estar al pendiente de ellos. Si me pierdo por un segundo, sé que si me dejo caer en su presencia regresaré al buen camino.

Marcela Aguilar nos está echando la mano en esta parte del trabajo. Con ella repasamos las escenas montadas. Vemos los detalles, nos propone una coreografía de movimientos. La única traba que tenemos hasta ahora es que algunos no se presentan a estos ensayos con Marcela. Pero Singer, con la autoridad que se ha ganado, nos ha llamado la atención: no es optativo ir a las clases de Verso y de Expresión Corporal, porque ahora esos espacios son también horarios de ensayo.

Avanzamos.

Tengo periodos de enorme inseguridad seguidos por otros de mayor confianza en mi trabajo. Pienso que es natural. Sentirme segura me permite dar un paso más allá. Entonces, con esa pisada, se tambolea la estructura, me mareo y sobreviene la angustia: todo lo hago mal. La inseguridad se instala en mí sólo para hacerme ver que todavía queda mucho por hacer. Mi personaje aún está en obra negra, igual que el resto del montaje. No me puedo conformar con lo hecho. Observo a mi alrededor: doy y recibo. Así es esta chamba.

viernes, 4 de mayo de 2007

Jueves 3 de mayo, 2007

La obra comienza a hacerse realidad. Hoy fue Chío a ver un ensayo y a escuchar nuestras propuestas para el vestuario de los personajes. Además de encargarse de esto, ella hará la propuesta de escenografía. Estamos entrando al terreno de la producción, finalmente. Ahora sí, a diferencia de nuestra experiencia del año pasado (omito adjetivar cómo fue), todo parece ordenado, guiado. Las tensiones en el grupo, que empiezan a manifestarse poco a poco (estamos cansados, es mayo, hace calor... etcétera) se disipan cuando nos ponemos a trabajar.

Los consejos de Singer no dejan de ser útiles. Menciono otros 'mandamientos' para el Decálogo del Actor:

"Evita los pleonasmos. No des una buena noticia con cara y tono de que estás dando una buena noticia: busca algo diferente. Puede ser, por ejemplo, que des una buena noticia retando al otro, o disfrutando el momento y las reacciones de los demás cuando la propones".

"Cuando sientas que hay una reacción falsa, deténla. Si das el tiempo suficiente, aparecerá una reacción verosímil, verdadera".

"Busca la comodidad. Si no te sientes cómodo, busca algo diferente hasta que encuentres ese estado. No quedes satisfecho hasta encontrarlo. La diversión es consecuencia de esta comodidad: no hay que procurar la diversión por sobre todas las cosas, sino la comodidad. De ahí derivará la diversión, que es estar concentrado en algo, en otra cosa".


Quedan pocas semanas de ensayos. Seguimos en el trabajo de mesa, ya en el tercer acto y avanzando. Por cierto, la atmósfera del tercer acto es radicalmente opuesta a la de los dos anteriores. Tristán se convierte en un personaje central, y será él quien en última instancia resuelva el conflicto.

Falta poco tiempo. Hace falta mucho trabajo.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Miércoles 2 de mayo, 2007.

Y, bien, ayer hubo ensayo y me lo perdí. Según me cuentan, fue uno de esos días en que Singer llega inspirado y derrocha conocimiento práctico para jóvenes actores (in this case, us). Entre lo poco que pudieron articular mis compañeros sobre ese ensayo, me pasaron las siguientes palabras (parafraseadas) del maestro:

'Para entrar a escena, no hay que pensar en otra cosa más que en lo que ha estado haciendo el personaje en los minutos previos'.

'El objetivo de la escena muchas veces se descubre en la escena, estando ahí'.

'Para descubrir el objetivo de una escena, hay que leerla. Para un actor, no conviene definir el objetivo de antemano'.

'Cuando la razón entiende algo, es muy difícil que luego preste esto a la intuición'.


Tengo algunos otros mandamientos para el 'Decálogo del actor adolescente', pero preferiría escribirlos cuando los tenga completos. Todavía sigo tomando dictado en el Monte Sinaí. Falta que me enoje con la tribu idólatra que me espera en las faldas del cerrito, que rompa la mitad del dictado y que promulge como leyes inviolables los que queden a salvo.

Mañana, jueves, llevaremos las imágenes que hemos ido eligiendo para nuestros personajes. Alguien -que será la encargada del diseño del vestuario- verá todo ese collage visual y lo tomará, posiblemente, como inspiración. Yo sigo buscando unas malditas botas con tacón para Diana.

Por cierto, la semana pasada trabajé la expresión corporal de Diana con Marcela Aguilar. Creo que me falta concretar mis ideas. Tengo vagas sensaciones que se quedan en el aire, todavía. Pero, entre los hallazgos, debo anotar uno: le conté a Marcela mi percepción de que Diana está amarrada, frenada, con la rienda corta. Marcela entonces me dijo que trabajara esa sensación a partir de lo que pasa con los caballos, que los jalan de la brida, 'hundiéndoles' el hocico hacia abajo. Sin llevar esto al extremo, con elegancia y sutileza (esa fue otra nota para seguir trabajando: aligerar los movimientos, hacerlos más gráciles, darle mayor movilidad al cuello), voy a buscar por este lado, a ver qué encuentro. Quisiera llegar a algo todavía más concreto, una imagen física contundente. I'm busquing. Ya daré con esto.