jueves, 26 de abril de 2007

Jueves 26 de abril, 2007

Un apunte intempestivo y extemporáneo:

Me fascina el Fabio que está haciendo Gabriel. Él ha puesto más atención en su personaje del marqués Ricardo, pero -aunque éste también lo está logrando muy bien- su Fabio tiene una candidez que atrae y fascina. Me gusta trabajar con gente como Gabriel, que silenciosamente va picando piedra, sin cansarse, hasta que da con algo que funciona. Y debo decir que le va mejor cuando se relaja, cuando no se preocupa por la supuesta intensidad que debería tener algún personaje. Sí, sí. Me gusta trabajar con él. Con él y con muchos más, pero ahora es su trabajo el que tengo más presente, y tenía pendiente escribir esto aquí.

martes, 24 de abril de 2007

Martes 24 de abril, 2007

Cada día me enamoro más de mi personaje y de la obra. La semana pasada -una de las peores que he tenido en el trabajo en los últimos meses- no pude escribir en esta bitácora, pero tomé apunte mental de lo que sucedió en los ensayos.

El jueves vimos una escena entre Teodoro y Marcela. Teodoro intenta recuperar a Marcela luego que Diana lo ha dejado a él, pero se hace el digno por aquello de que Marcela ya está saliendo con Fabio. Tristán, en medio de los dos, hace lo posible por juntarlos. Gracias a Singer, descubrimos los juegos de estos tres personajes. Matices y más matices. Lo que en un principio era una historia interesante se ha ido convirtiendo en una selva de emociones humanas. En fin. Ese día tenía mucho sueño y tuve que hacer un gran esfuerzo por mantener la atención.

El viernes hicimos un repaso de la obra hasta donde vamos, con los dos elencos. Todavía se sienten algunos huecos, pero hay momentos en los que las cosas fluyen. De inmediato, cuando están las cosas en su lugar, la escena se vuelve interesante y jala la atención del público. Cuando no es así, se empieza a oír mucho ruido en el salón.

Hoy, martes, seguimos con la aparición de Diana después de que Teodoro dice que la Condesa es fea. Además de clases de actuación, Singer nos está dando un curso gratuito (bueno, es más como un 2x1, o un combo super especial a precio amigo) de dirección. En este momento de la obra, por ejemplo, me ha enseñado a no vender trama: Diana se pone histérica cuando está escondida detrás de la antepuerta con Anarda, pero en cuanto sale y se enfrenta a Teodoro, recobra el control y domina la situación. Finge perfectamente. Hacer esto, debo decirlo, es muy divertido. Actuar a Diana me divierte enormidades. ¡Oh, cómo me gusta esta profesión! ¡La gente va a ver cómo yo me divierto! Si yo me divierto, la gente se divierte.

Lo que hace el vestuario... Desde el jueves he estado probando a usar un corsé sobre la blusa. Esto me obliga a mantenerme erguida todo el tiempo. Es una contención física que me ayuda a imaginar el estado de Diana: esta mujer no se puede soltar, aunque quiera. Está amarrada, sujeta, atorada, detenida, frenada, constreñida, atada a fórmulas que no puede romper (porque le da miedo, la verdad). Hoy, martes, Singer me dijo que le gustaba este asunto del corsé porque presentaba a una Diana más fuerte. Sin duda todo el cuerpo se alinea con un elemento de vestuario como ése: la energía no se disipa, etc. Yo he empezado a sentirme cada vez más en los zapatos del personaje gracias a, ejem, las botas que he llevado desde que volvimos de vacaciones. En realidad son las botas y los pantalones (¡que debo reparar porque se rompieron!), la blusa andrógina, la mascada, el corsé... y un anillo. Todo eso me ha ido llevando por lugares que creo que no hubiera descubierto de otro modo. Ahora me falta el peinado, el maquillaje y, antes que esto, hacer más ejercicio para aumentar todavía más mi fuerza física (Diana es, sobre todo, una mujer de enorme vigor físico... con ella, nada de melancolías románticas ni nada: Diana es acción).

Faltan más o menos dos meses para la fecha original en que íbamos a estrenar. ¿Lo lograremos? Apenas vamos a terminar el tercer acto. Ya empezamos a trabajar con Marcela el aspecto físico de nuestros personajes (hoy leímos el primer acto con ella). Tendremos que aumentar el número y la extensión de los ensayos. Hay que tupirle al trabajo. Qué emoción. Si esta parábola de emoción continúa creciendo, siento que el día del estreno me dará un paro cardiaco. Eso o tendré un orgasmo.

martes, 17 de abril de 2007

Martes 17 de abril, 2007

El vestuario. Hoy, siete de nosotros llegamos con una propuesta para el vestuario de los personajes. Singer hizo anotaciones al respecto. Abel, por ejemplo, iba muy guapo, con pantalón de vestir, chaleco y corbata negros y una camisa blanca: dijo que era Tristán. A Singer le pareció extraño, en tanto que Tristán es un personaje flexible. Esto debería verse reflejado en la vestimenta porque, según nuestro maestro, la propuesta es apoyar la psicología de los personajes con el vestuario, no contradecirla.

Sobre el vestido azul que llevó Jazmín hoy, Singer dijo que se veía muy guapa -cosa que estaba bien, porque Diana debe verse muy guapa- pero... dijo también que al verla, su primer pensamiento sería: 'guau, esta chava se quiere casar... está buscando marido'. Y no, Diana no es eso. Todo lo contrario: es una mujer que no quiere casarse, que está acostumbrada a mandar y a que nadie mande sobre ella, a tener el control, el poder, siempre, y a enfrentarse con hombres que son más pusilánimes que ella. Por lo tanto, le iría mejor un atuendo que reflejara ese estar al mando: pantalones, o pienso yo, una camisa, un arreglo al cuello que parezca corbata, botas, un fuete. Singer rescató algo muy valioso de la propuesta de Jazmín: estuvo bien que la llevara, para saber que ése es un camino que no queremos recorrer.

Tenemos hasta el final del análisis del texto para ir descubriendo cuáles son las actividades de los personajes, principalmente de las personas que están al servicio de Diana. Esto nos ayudará a saber cómo visten. Seguramente toda la ropa es muy conservadora: es una casa triste, sin vida, donde el noviazgo está prohibido, donde no hay niños. Eso debe estar presente, también.

Luego de estos comentarios, seguimos con la lectura. La escena de Teodoro y Marcela, a mitad del segundo acto. Debo admitir que estaba muy cansada y a ratos estaba luchando cuerpo a cuerpo contra el sueño. Oía las voces lejanas, y difícilmente percibí los cambios que se operaron en el modo de leer de mis compañeros.

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Más imágenes de vestuario para Diana, para recrear la pupila:



Pero falta el mejor de todos. Breathtaking:



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Y ya para irme a dormir, un breve párrafo que encontré en un libro de Carlos Fuentes que se llama precisamente Diana o la cazadora solitaria:

"Diana, Diana Soren. Su nombre evocaba esa ambigüedad antiquísima. Diosa nocturna, luna que es metamorfosis, llena un día, menguante al que sigue, uña de plata en el cielo pasado mañana, eclipse y muerte dentro de unas semanas... Diana cazadora, hija de Zeus y gemela de Apolo, virgen seguida por una corte de ninfas pero también madre con mil tetas en el templo de Éfeso. Diana corredora que sólo se entrega al hombre que corra más rápido que ella. Diana/Eva detenida en su eterna fuga sólo por la tentación de las tres manzanas caídas. Diana del cruce de caminos, llamada por ello Trivia: Diana adorada en los cruceros de Times Square, Picadilly, los Campos Elíseos..."

sábado, 14 de abril de 2007

Sábado 14 de abril, 2007 -- bis

Debo anticipar a mis posibles lectores que esta (caótica) bitácora ha sido concebida principalmente por dos razones:

1) Registrar los avances en mi proceso actoral y los consejos, siempre prácticos y atinados, del Maestro Singer, así como algunos comentarios de mis compañeros que merecen ser rescatados del olvido en el que de otro modo posiblemente caerían (el 'tanta concentración me distrajo' de Teté es sencillamente formidable).

2) Por otra parte, éste es un regalo para Mónica Siwy Capilla, una gran cantante y compañera mía.

Intentaré ordenar esto con el paso del tiempo. Por ahora, me resulta un poco difícil.

Algunas ideas para el vestuario de Diana


Gracias a José, he podido ir armando una galería de vestidos que le irían muy bien a Diana. Pienso también que debo concebir el vestuario de forma que me ayude a la creación corporal del personaje: un corsé, botas con tacones, una camisa y un saco para acentuar lo andrógino en Diana. Aquí, un ejemplo entre tantos.

Sábado 14 de abril, 2007

Tengo una bitácora muy rancia que hace mucho ni siquiera abro. Fue un buen intento por ir transcribiendo las notas de Enrique Singer sobre El perro del hortelano, la obra de Lope de Vega que estamos montando. Pero... se quedó en el intento. Ahora retomo mi propia iniciativa, y decido hacer públicas esas reflexiones porque -pienso- mi ego sólo trabaja si se expone, si es visto. No por nada escogí esta maldita vocación de trashumante.

Esto había escrito:

EL PERRO DEL HORTELANO
Bitácora de ensayos

En diciembre del año pasado elegimos la obra que montaremos este semestre. Será El perro del hortelano de Lope de Vega. Desde que la leímos por primera vez hicimos algunas hipótesis sobre los temas, sobre el tipo de amor que se tienen Diana y Teodoro. Ahora, en enero, hemos sentado nuevas bases para trabajar. Por principio de cuentas, Singer nos ha explicado que entramos a otra etapa del proceso: ya no son clases, son ensayos. A los ensayos no se puede faltar porque se daña el trabajo de los demás. Si hay algo que nos impide asistir, avisamos con tiempo para que se pueda organizar el trabajo de ese día. También nos explicó que no le gusta hacer el reparto, pero que una vez que lo diga, pasaremos el trago amargo y seguiremos adelante.

DÍA UNO. Martes 9 de enero.
Singer explicó esta nueva fase del proceso. Enseguida, comenzamos con la primera lectura de la obra. Los personajes se repartieron según el número de lista. Jazmín leyó a Diana, Abel leyó a Teodoro, Teté leyó a Marcela... y yo leí a Antonello. En un punto de la lectura, cuando se estaba tornando aburrida, Singer nos detuvo para recordarnos dónde debía estar nuestra atención. Nos dijo que los ensayos habían comenzado ya, y que esta primera lectura no era para conocer la obra (porque ya la conocemos), sino para empezar a explorarla. Nos pidió, entonces, que nos fijáramos en lo que ya antes nos había mencionado: cuál es mi acción, dónde está mi mirada, qué relación tengo con los demás, etcétera. Hecha esta aclaración, la lectura fluyó un poco más.

DÍA DOS. Jueves 11 de enero.
Continuamos con la lectura, con el mismo reparto del martes. Algunos de los consejos de Singer fueron olvidados, y así, el ejercicio se tornó un poco aburrido otra vez. Se notaba sobre todo cuando el lector en turno pasaba por sus líneas con prisa, sin detenerse a ver lo que estaba diciendo, lo que estaba pasando. Por ejemplo: cuando un personaje está solo en escena y otro llega y le habla, el primer personaje debe darse un tiempo para entender quién le habla y qué le está diciendo; no es lógico que uno responda tan rápido. Terminamos la primera lectura de la obra y hablamos un poco sobre el tipo de amor que se presenta en la obra. En algún momento, yo sugerí que posiblemente Diana no estaba enamorada de Teodoro desde el principio, sino que él le había gustado cuando supo que Marcela se quería casar con él. La opinión del grupo y de Singer fue contraria: el maestro sugirió que nos convenía abordar a estos personajes en el entendido que estaban profundamente enamorados, o por lo menos Diana de Teodoro, Teodoro de Marcela y Marcela de Teodoro. Si se quieren mucho, será mayor el drama. Nos fuimos temprano.

DÍA TRES. Viernes 12 de enero.
Empezamos una nueva lectura. Esta vez, los personajes se asignaron siguiendo otro criterio (que no nos fue explicado). Yo leí a Diana, José leyó a Teodoro, Sandra leyó a Marcela, Aura leyó a Tristán, Jazmín leyó a Anarda, Mónica leyó a Dorotea y Gabriel leyó al conde Ricardo. Algunos personajes que antes no habían destacado comenzaron a mostrarse, como Anarda o el conde. Mis hipótesis sobre el sentir de Diana cambiaron: pensé ahora que esta mujer estaba enamorada de Teodoro desde tiempo atrás, pero no había querido demostrarlo ni decirlo por su honor. Mi atención se concentró en lo que pasaba con el personaje mientras no estaba en escena: ¿cuántas veces habrá estado espiando a Teodoro sin ser vista, o a Marcela?, ¿eso sirve para algo? O también en esto: ¿por qué o de dónde surgen sus cambios intempestivos de actitud hacia Teodoro? Sobre la caída de Diana, no sé si es intencional o un accidente. Sobre el golpe que le da Diana a Teodoro, pensé en cómo se fue gestando ese impulso en ella, y qué lo detona. En un momento del segundo acto, tuve un lapsus linguae y dije ‘hace horas que te espero’ en lugar de ‘hace horas que te deseo’. Lo que puede parecer un error es, en realidad, una veta para seguir cavando. Diana sufre un lapsus, posiblemente, y dice lo que siente cuando quisiera ser mármol duro y frío. La relación de Diana con Anarda y con Dorotea se delineó más claramente: Diana les hace saber a sus criadas que sabe que ellas murmuran sobre su amor por Teodoro, y las pone en evidencia. Anarda cobró un cariz peculiar: se convirtió en una mujer suspicaz y un poco metiche, lo cual viene bien para su relación con Marcela y con Diana. Tristán es un personaje importantísimo, y parece un hablador. Aura lo hace con bastante gracia. El conde Ricardo se dibujó esta vez como un tipo engolado, alambicado y adulador, ante el cual Diana responde con ironía y sarcasmo, con mordacidad. La lectura fue más divertida, según la opinión general del grupo, que incluso soltaba exclamaciones en algunos momentos climáticos de la obra.

Singer nos pidió nuevamente que comentáramos sobre el tipo de amor que se maneja en la obra. Opinamos. José aportó sus ideas, y lo hizo con un tono tan categórico que movió a Singer a intervenir. Lo que estamos haciendo en este momento es plantearnos preguntas, preguntas que iremos resolviendo cuando conozcamos mejor la obra. Si en este momento del proceso hiciéramos una tesis demasiado fuerte, una apuesta sobre el sentido que tiene la obra o sus temas, podríamos casarnos con esa idea, que tal vez no sería la mejor, y nos cerraríamos puertas. Conviene formular nuestras hipótesis precisamente como eso: como ideas a corroborar. Algunos dijeron que el amor era pasional; otros, que era amor verdadero. Yo dije que me parecía que Diana estaba verdaderamente enamorada de Teodoro, y que sería capaz de dejarlo todo por él, pero que en este instante está aterrada, y no sabe qué hacer.

En un momento de la lectura, cuando Diana saluda al conde Ricardo, Singer me volteó a ver como diciendo ‘bien, por ahí va’. Claro que esto sólo son figuraciones mías.

Singer tuvo que irse y nos quedamos leyendo con Viri. Al final, sin haber terminado la lectura, Viri nos sugirió que pensáramos en un personaje que no nos gustara, y que le buscáramos atributos. ¿Cómo haría yo este personaje?

Hoy cada uno de nosotros entregó el reparto que más le gustaría.

DÍA CUATRO. Martes 16 de enero.
No fui al ensayo. Según me dicen, empezó muy tarde (a las cinco), y no llegó Singer. Se empezó una nueva lectura. Mónica leyó a Diana, Luis a Teodoro, Gaby a Marcela, Teté a Tristán. Parece que hoy se divirtieron menos que otros días. Como tarea, construiremos (a partir de recortes o fotos) la imagen de tres personajes. A mí me tocaron los siguientes: Teodoro (secretario de Diana), Fabio (criado al servicio de Diana, enamorado de Marcela, pero novio de Anarda) y Furio (uno de los hombres que están con Tristán en la taberna).

DÍA CINCO. Jueves 18 de enero.
Seguimos leyendo. Singer percibe una lectura precipitada, y entonces habla. “Estamos aprendiendo un método. Estamos descubriendo el mundo de la obra, con delicadeza, con astucia. No estamos haciendo el cast de la obra. Nos estamos haciendo preguntas. Todavía no estamos en condiciones de responderlas. Leer despacio no es un capricho: es un método. Cuando se baja el ritmo, aparece la obra. En la escena de Tristán y Teodoro (primer acto): ¿qué está haciendo Tristán cuando le dice que piense defectos de Marcela? Lo está tratando de convencer, le está dando una estrategia. ¿Qué hace Teodoro? Probablemente está pensando en otra cosa. Lo que dice revela su pensamiento."

"Entre más conciencia haya de estar a prueba, peor. Aquí estamos atentos a conocer las acciones de los personajes."

Sobre las formas del pensamiento: "Tristán, ¿está inventando?, ¿se lo sabe de memoria o está recordando?"

"No es bajar la velocidad lo que se busca, sino poner atención. Hacemos lo primero para conseguir lo segundo.”

Se dibujó una ecuación como la que sigue: Teodoro es para Tristán lo que el Quijote es para Sancho.

DÍA SEIS. Viernes 19 de enero.
Más lecturas. Singer no estuvo todo el tiempo con nosotros. Al inicio de la clase, vimos las imágenes que habíamos buscado para los personajes. Más o menos coincidimos en esto.

DÍA SIETE. Martes 23 de enero.
Lectura. Las metáforas: el actor elige si son a propósito o no. Hice apuntes varios a lo largo del libreto, sobre todos los personajes. Están a lápiz, porque son sólo hipótesis, preguntas, primeras impresiones.

La primera aproximación a lo que pasa con los personajes no debe ser conceptual: más que decir ‘ella siente rabia por los celos’, diríamos que ‘ella siente fuego en el estómago, que comienza a subir por el esófago, y vidrios clavándosele en la espalda’. El acercamiento debe ser personal y sensible.

DÍA OCHO. Jueves 25 de enero.
Hay que buscar dinero para la producción, y empezar a pensar en opciones: hacer una fiesta, una rifa, pedir dinero en empresas (para esto, todavía aguantar un poco más). La obra estará terminada entre junio y julio. Singer no quiere que nos pasemos de los tiempos que marca la escuela para este semestre.

Oyendo leer a Abel con mucha prisa, como un ‘hablador’, Singer dijo lo siguiente: “ése es un recurso, pero hay que buscar otros, no quedarse en el mismo. Hay que escuchar la voz de cada personaje”. Luego dijo algo muy semejante cuando leyó Mónica, en quien detectó unos vicios de prosodia (entonación). Hay que romper con la forma que cada uno de nosotros tiene para leer, buscar lo neutro, de modo que el personaje vaya surgiendo y no lo forcemos a ser como nosotros o como algún personaje que hayamos hecho antes. Usar diferentes recursos no significa que uno no tenga un estilo. El estilo sobrevive, aún cuando el actor se valga de otros recursos.

La relación entre Tristán y Teodoro, en la mira. El romanticismo/idealismo de Teodoro es una asignatura pendiente: no hay que afirmarla tan categóricamente. ¿Cómo se llevan estos dos?

El personaje de Fabio: ¿qué pasa con él? Está enamorado de Marcela, y Anarda quiere con él. ¿Cómo está en relación con estas dos mujeres? Anarda es culta, y está siempre junto a Diana. Fabio es atolondrado (corre para todas partes, y en dos ocasiones dice ‘voy como un rayo’), le interesa el dinero, parece que le suelen ver la cara.

No he leído desde el viernes pasado, pero estoy tratando de entender cómo husmear las pistas que el autor ha puesto en las líneas de los personajes: cuál es la acción. Por ejemplo, cuando Diana le pregunta a Teodoro a cuál de sus dos pretendientes prefiere para que se case con ella, lo que está haciendo es provocar sus celos.

He ido tomando varias notas al margen. Todavía hay palabras que no comprendo (sobre todo en los monólogos de Tristán), y pasajes que permanecen oscuros para mí (el de los murciélagos y murciégalos entre Diana y Tristán, por ejemplo). ¿Cuántas lecturas se necesitan para saber qué está pasando en cada escena? La entrada de un personaje, que parece casual, está motivada por algo. Por ejemplo: Marcela le dice a Fabio que lo quiere, que olvide a Anarda, y entonces aparece Diana acompañada por Anarda; o también: Diana acaba de pedirle a Teodoro que vaya a decirle al Marqués que ha decidido casarse con él, y entonces entra Fabio. ¿Por qué?

viernes, 13 de abril de 2007

Viernes 13 de abril, 2007

Hoy inicia.